Resumen
El síndrome de hiperestesia felina es un conjunto de síntomas que aparecen en gatos y consisten en alteraciones de comportamiento y contracciones musculares anormales. Se trata de pautas de conducta que son normales para la especie felina, pero repetidas con una frecuencia o intensidad que las hacen patológicas. Se conoce también en inglés “rolling skin disease” o “rippling skin disease” por las contracciones musculares visibles en la piel del dorso (Morales y Montoliu, 2013).
Etiologia y epidemiologia
Se desconoce la etiología específica que desencadena este síndrome, pero se describen distintas teorías acerca de las posibles causas que lo originan, principalmente dermatológicas, neurológicas y/o comportamentales.
- Existe una teoría que describe el síndrome de hiperestesia felina como una crisis epiléptica parcial cuyo foco de excitación tiene origen en un sistema de neuronas limitado a una parte de un hemisferio cerebral.
- Otra teoría sugiere que se trata de un comportamiento obsesivo- compulsivo resultado de una hiperinervación dopaminergica (similar al síndrome de Tourette de los seres humanos).
- Algunos autores creen que, en la mayoría de los gatos, el síndrome se desencadena por un estimulo inflamatorio cutáneo asociado a hipersensibilidades como la dermatitis alérgica por picadura de pulga, alergia alimentaria, atopía, etc.
- Otros han sugerido que se trata de un trastorno de comportamiento primario, especialmente causado por problemas de estrés ambiental o de ansiedad en el gato que progresa a comportamientos compulsivos.
- Por otro lado, también se han asociado los signos clínicos con una miopatía vacuolar por toxoplasmosis felina.
- De forma puntual, se han descrito otras múltiples etiologías como esteatitis, intoxicación por plomo, infección o impactación de glándulas anales, desequilibrios hormonales, hipertiroidismo, tumores cerebrales, lesiones medulares, etc.
Puede afectar a gatos de cualquier edad y raza, pero se cree que hay mayor incidencia en adultos jóvenes, entre 1 y 5 años de edad, y en razas Siamés, Burnés, Persa y Abisinio. Respecto al sexo afecta por igual a machos y hembras (Cribassi, 2009).
Sintomas clinicos
El síndrome de hiperestesia felina, como su propio nombre indica, se caracteriza por espasmos musculares episódicos, ondulaciones y fasciculaciones cutáneas, localizadas principalmente en la región lumbar (en inglés rolling o rippling skin).
Los gatos padecen alteraciones de conducta, muchas veces desencadenadas por un estimulo externo, como por ejemplo, una caricia en la región toracolumbar. Dentro de esas alteraciones se encuentran inquietud, agresividad, correr sin rumbo, vocalizaciones excesivas, alucinaciones, persecución de la cola compulsivamente, etc. Otros síntomas característicos son la aparición de lamidos y mordisqueos en exceso, especialmente en flancos, cola, periné, incluso llegando a autotraumatizarse.
Todos los síntomas descritos pueden aparecer en conjunto o de forma aislada y se desarrollan de forma episódica, pudiendo ocurrir varias veces en un mismo día, con una duración de cada episodio entre 1 y 5 minutos. Conforme evoluciona el cuadro, su frecuencia e intensidad suele aumentar progresivamente.
Ejemplos de gatos hiperestésicos:
• https://youtu.be/hfWBzn-8rkg • https://youtu.be/sV4WCeEZ2to • https://youtu.be/fGdVIFJ-wXQ • https://youtu.be/4pqprQerGT8
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los signos clínicos por lo que es fundamental profundizar en la anamnesis del paciente, insistiendo en posibles cambios ambientales que hayan sido la causa desencadenante del problema; así como llevar a cabo una exhaustiva exploración física y un examen neurológico y ortopédico completo.
En raras ocasiones el veterinario presenciará un episodio de hiperestesia en la clínica, por lo que es recomendable solicitar al propietario que grabe alguno de ellos tal y como suceden en el domicilio.
En función de la anamnesis y la exploración física el protocolo diagnóstico debería incluir:
- Hemograma y bioquímica completa. Ante sospechas de hipersensibilidades y/o enfermedad orgánica.
- En algunos casos incluir también medición de T4. (hipertiroidismo).
- Radiografías y RM u otras pruebas diagnósticas cuando se sospecha de lesiones en sistema nervioso.
- En los casos en los que no exista causa orgánica ni ambiental que justifiquen los síntomas, debería sospecharse de epilepsia.
Tratamiento y pronóstico
El tratamiento y el pronóstico varían en función de la etiología.
Si existen signos compatibles con una hipersensibilidad se recomienda realizar un protocolo de desparasitación interna y externa, y en muchos casos iniciar una dieta hipoalergénica. La mayoría responde favorablemente a esta terapia y no es necesario ningún otro tratamiento médico.
Si la causa es un dolor neuropático, resulta útil el uso de gabapectina (2,5-10 mg/kg VO cada8-24hs) o amantidina (3-5mg-7kg VO cada 24hs) combinado con opioides o aines.
Cuando se sospecha de alteraciones de conducta y no se detecta ninguna causa orgánica subyacente, se recomienda inicialmente mejorar el ambiente de acuerdo con las recomendaciones generales, para reducir la ansiedad en el gato, especialmente si se considera que existe estrés social en hogares multi-gato. En muchas ocasiones también es necesario recurrir a fármacos modificadores de conducta
(cuadro 2). En estos casos es importante tener presente los efectos adversos y saber que tardan entre 4 y 6 semanas en hacer efecto. También es recomendable llevar un control de la función hepática y renal, ya que la mayoría de estos fármacos son metabolizados y excretados por estas vías. La terapia farmacológica debe mantenerse hasta 2 meses después de que hayan desaparecido los ataques hiperestésicos. A partir de ahí se puede plantear una reducción gradual de al menos 4 semanas hasta su eliminación completa; aunque en algunas ocasiones será necesario mantener la medicación toda la vida (a la dosis mínima efectiva).

CLASE FARMACOLOGICA |
PRINCIPIO ACTIVO |
DOSIS |
EFECTOS SECUNDARIOS |
Antidepresivos triciclicos Benzodiacepinas Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina |
Clomipramin e |
0,5 a 1 mg/kg VO q24hs |
Retención urinaria, estreñimiento,sedaci ón, sequedad bucal |
Lorazepam |
0,125 a 0,5 mg/kg PO q8-24hs |
Sedación, ataxia. Anorexia, sedación vómitos, inquietud, diarrea. |
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Oxazepam |
0,20 a 0,50 mg/kg PO q12-24hs |
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Fluoxetina |
0,5 a 2 mg/kg PO q12-24hs |
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Paroxetina |
0,5 a 1mg/kg PO q 12-24hs |
Los anticonvulsivos, como fenobarbital a dosis de 3 mg / kg PO q12h, pueden ayudar en los casos en los que la terapia con los fármacos anteriores fracasen. Se deben realizar ajustes de dosis hasta mantener los niveles séricos de 20-40 μg / ml.
Otra terapia alternativa es la acupuntura, que ha demostrado éxito en casos de dolor neuropático y trastornos obsesivo-compulsivos. (O’ Leary, 2015)
El pronóstico depende de la identificación de una enfermedad subyacente y la respuesta inicial del animal a los tratamientos, así como de la frecuencia y gravedad de los episodios hiperestésicos.
Conclusiones
La hiperestesia felina es un síndrome con etiología multifactorial, por lo que requiere de mucha paciencia y muy buena comunicación con el cliente para poder llegar a un diagnóstico correcto. Como sucede en otras patologías, es importante dejar claro que, se puede controlar la sintomatología pero la cura no es total, con el fin de evitar confusiones y fomentar una colaboración entre propietario y veterinario.
Bibliografia
- Bagley, R. S. (2004). Tremor and involuntary movements. En Platt, S. R., Olby, N. J. (Ed.). BSAVA Manual of Canine and Feline Neurology (pp. 189-201).
- Bowen, J.,Heath, S. (2005). Behaviour Problems in Small Animals. Chester, UK: Elsevier Saunders.
- Cribassi, J. (2009). Understanding behavior: feline hyperesyhesia síndrome. Compendium Continuing Education for Veterinarians. 31(3): 116-132. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gob/pubmed/
- Morales, C., Montoliu, P. (2013). Síndrome de hiperestesia felina. Boletin de Etologia Gretca. Recuperado de https://www.gretca.com/boletines/
- O’Leary, D. J. (2015) A swallowed needle in a cat treated for feline hyperaesthesia syndrome. Acupunct Med. 33: 336-337. Recuperado de https://aim.bmj.com/